29 nov 2007

Sí sabemos

Según el blog ENGADGET, nuestra nación ocupa el decimosexto puesto de Europa en conexiones de banda ancha, y la decimoctava posición de penetración de internet a nivel mundial (ENCIFRAS). Bueno, es posible que no sea motivo de orgullo, pero afirmar de ahí que somos enemigos de la tecnología es tan falso como decir que Cristóbal Colón era genovés. La más refinada expresión de tecnología la tenemos en las máquinas. Internet esta bién, de acuerdo, pero es un juego de parvulario al lado de la compleja comunión de la programación y la electronica que supone una máquina. Y a los españoles nos gusta rodearnos de ellas y desentrañar sus secretos ocultos. Un ejemplo pionero fue la instalación en cada bar y restaurante de sofisticadas máquinas tragaperras. Un alarde de modernidad electrónica que divierte al que la manipula y ameniza con luces y colores al resto de clientes del local. Es difícil encontrar en el mundo lugares en los que hombre y máquina, biología y tecnología, convivan con tanta armonía. De esta relación se ha desarrollado un conocimiento especializado del que no hablan esos estudios. Revolucionarias técnicas de maximización funcional de la maquinaria como “el golpecito” o “calentar la máquina” que ya quisiera para sí la mismísima NASA. Vean, vean.

28 nov 2007

Preparando el terreno I

Saben bien nuestras autoridades castrenses que para reconquistar un territorio es necesario, si no imprescindible, la formación de una buena quinta columna; un grupo de conspiradores locales, que, al más puro estilo de nuestra sagrada contienda civil, socave la moral del gobierno local. Y ni cortos ni perezosos, hemos enviado a un aguerrido equipo de Hijos del Imperio para reclutar indígenas en el antiguo Virreinato de Nueva España, conocido hoy como Méjico, para auxiliarnos en nuestra elevada misión hispanizadora. Cualquiera no sirve. La quinta columna la han de formar solo aquellos nativos leales que todavía conserven genes o costumbres hispanas, que conserven la transformadora huella imperial que nuestros seductores antepasados dejaron tras de sí. Los primeros informes de reclutamiento eran esperanzadores. Nuestro equipo, tras aterrizar en la capital, tuvo que esperar dos horas para pasar la aduana y recoger la maleta. Al más puro estilo de nuestra querida Barajas o El Prat, con muchos funcionarios, mucha cháchara y poco movimiento. Con ese antecedente, nuestros profesionales albergaban la esperanza de un reclutamiento rápido. Pero las cosas se torcieron. El equipo acudió a un restaurante, como primer espacio probable donde encontrar nuestra venerada huella. Uno de sus miembros, mostrando gran arrojo y valentía, decidió examinar a un posible candidato, el camarero, pidiendo algo que no estaba en la carta. Y fue una gran decepción: ni caras raras, ni bufidos, ni suspiros. Se limitó a traerlo. Un pequeño fracaso. Pero los ánimos del equipo se derrumbaron al darse cuenta de que, a pesar del lleno total del restaurante, podían escuchar con facilidad la conversación de sus compañeros de mesa.
La labor va a ser más dificil de lo que pensamos. Los años de independencia han hecho triste mella en este pueblo. Continuaremos transmitiendo los partes de batalla.

26 nov 2007

La reconquista

No saben el error que han cometido. Ingenieros del Massachusetts Institute of Technology (MIT) han logrado que un aparato electrónico funcione según el ruido de su entorno. ¡Imagínense! En la guerra moderna la mayoría del armamento depende casi exclusivamente de los componentes electrónicos. Que tiemblen los pueblos y naciones extranjeras, porque esos íberos a los que miraban con superioridad e irónica condescendencia van a despertar para recuperar su destino en lo universal. Nuestra maña en las conquistas es un juego de niños al lado de la fuerza arrolladora que desatamos en las reconquistas. Y la tecnología vuelve a darnos el empujón que necesitábamos para despertar a la somnolienta furia española. ¿Que de qué se trata? Dos ejemplos y lo entenderán a la perfección. Gracias a ese invento, con sólo el ruido de una tasca de Vallecas a la hora del almuerzo, podemos hacer volar media docena de nuestros F-18 Hornets hasta la misma Caracas. En una mañana de sábado, sólo con el ruido de un niño hiperactivo de Palencia, podríamos disparar siete cañones artilleros 40/70 hacia Tánger. Pero vayamos por orden. Primero Perejil, luego Gibraltar y luego… lo dejo abierto a sus comentarios. Pero conozcan antes el artilugio.

25 nov 2007

Todo por la caspa

La conspiración científica extranjera, de la que ya advertimos a nuestros imperiales lectores, continúa libando el néctar de ese sublime fruto cultivado por milenios llamado España. Su ponzoña ha llegado esta vez a privarnos de una de nuestros estandartes más familiares. Tras desentrañar el genoma del hongo Malassezia furfur, un grupo de investigadores ha afirmado en la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS) que ¡puede acabar con la caspa! Pretenden crear a partir de sus investigaciones un champú genético que la elimine definitivamente de las testas del mundo, incluidos nuestros buenos españoles. La primera víctima son todos los profesionales (taxistas, toreros, programadores televisivos, presidentes de clubes de fútbol…) que la portan día a día con satisfacción y dignidad y a los que esa fina película blanquecina que corona sus hombros les aporta toda la seguridad y motivación que necesitan para ensanchar, con el sudor de su frente, las fronteras ideológicas de nuestro Imperio. La segunda víctima es nuestra idolatrada lengua. Si acaban con la caspa, en dos generaciones, nuestros cachorros imperiales no recordarán su insigne significado. Y recuerden, hermanos imperiales, que es una de las palabras que forman parte del afortunado conjunto de vocablos que dan significado a nuestra nación. Tiemblo al pensar cual será la próxima víctima de esos perversos alquimistas. ¿Curarán las hemorroides? ¿Desparecerán palabras autóctonas tan singulares como almorrana? Tenemos que pararlos. Hagamos todo lo que sea necesario por preservarla. Un patriota nos sugiere una idea.

24 nov 2007

En defensa de la nación

Dos ministras españolas afirmaron el pasado jueves que trece millones de ciudadanos españoles padecen problemas de ruido en sus hogares. ¿Padecen? Será disfrutan. El ruido es un regalo del cielo. Es ese entrañable sonido inarticulado que nos acompaña desde el nacimiento, en el que rompemos a llorar como unos benditos, hasta el último estertor en el ocaso. Y no hay cultura en el mundo que acepte, produzca y promueva esta variante del sonido más que la española. No voy a adentrarme en las innumerables ventajas del ruido. Solo quiero reflexionar sobre una de sus facultades más necesarias: el ruido nos mantiene despiertos. Donde algunos torpes dirigentes ven merma en la calidad de vida y la salud, los buenos españoles vemos la posibilidad de velar por la patria cada día. Esos trece millones de españoles que no duermen son veintiséis millones de brazos despiertos y dispuestos a defender la nación de los peligros que nos acechan. ¿Es que ya nadie recuerda el peligro moro, que tan sólo nos separan 19 kilómetros de la sombría África, que somos la última línea de defensa de valores tan modernos y en boga como el catolicismo, el Estado-Nación y la voluntad de ser imperio? Deberíamos abrazar agradecidos a nuestros vecinos por su televisión home cinema a todo volumen, por sus hijos hiperactivos y por sus broncas familiares. Ayer mismo le di las gracias a un hijo de las Colonias –no sé si de Perú o Ecuador- que pasaba la pulidora por el rellano de la escalera a las siete de la mañana. Si no es por él, me hubiera dormido encima de mi mosquetón imperial. Aprendamos de los artistas. Vean.



23 nov 2007

De luto

Los Hijos del Imperio estamos de luto. Ha muerto Don Fernando Fernán-Gómez, director e intérprete –el mejor- de esa perla del celuloide llamada LA VENGANZA DE DON MENDO, basada en la obra inmortal de Don Pedro Muñoz Seca, padre del maravilloso genero teatral que tan bien nos define: la astracanada.
Perdemos así a un cómico único y nos enfrentamos solitarios a un Siglo XXI con comediantes que creen que el retruécano es una pieza de repostería.

22 nov 2007

Esponjas culturales


Ocupamos el primer puesto en Europa en consumo de cocaína y de cannabis, según el último informe anual del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT). Seguramente no faltarán traidores a la patria ni intoxicadores extranjeros para criticarnos estos días, pasando por alto los aspectos positivos que se desprenden de la noticia.

1) La cocaína se extrae de la hoja de coca, una planta originaria de las colonias que otrora poseyera nuestro imperio. A todos aquellos que califican nuestra presencia en las Indias como una bárbara y sanguinaria conquista -y no como una amable colonización- podemos ofrecerles prueba irrefutable de nuestro interés por el saber de aquellas gentes. Los españoles, a pesar de nuestra superioridad religiosa, tecnológica y cultural, supimos empaparnos de las costumbres locales y mantenerlas vivas hasta el día de hoy. Y ese interés no permanece solo en la rayita de coca del fin de semana, sino también en una buena ración de bravas.

2) Los efectos de la cocaína son estimulantes. Es decir, muchos la toman para potenciar su carácter y habilidades sociales. Tener gran cantidad de virtudes imperiales que potenciar nos hace especialmente vulnerables a la droga. Pero hermanos, os aconsejo que sustituyáis esas prácticas por otras que también enaltecerán vuestro genuino carácter español, como escupir en la calle, gritar en un bar o defraudar a la Hacienda Pública. Es más sano.

Pues eso, todo tiene su lado positivo. Lo único que hay que hacer es mirarlo a través de ese poliédrico diamante puro llamado España.

21 nov 2007

La gran banca española

Las cosas no son porque sí. Si nuestros bancos, constructoras y clubes de fútbol son famosos en todo el mundo será por algo. ¿La clave del éxito? No me importa compartirla con el mundo. La clave es nuestra forma de ser. La médula que impulsa a esas empresas a triunfar por todo el orbe no es otra que el singular carácter imperial español: la capacidad de ser grandes y humildes al mismo tiempo. Un ejemplo lo tenemos en las sucursales de los bancos nacionales. Mientras en otras latitudes son espacios impersonales, fríos y minimalistas, en España son cálidos lugares de encuentro entre paisanos. En su afán para que nos sintamos cómodos, la banca española ha conseguido darle a las sucursales ese ambiente de tienda de barrio, de viejo economato que tanto echamos de menos por culpa del engendro foráneo de las grandes superficies. Ayer fui a mi banco y me recibió una muralla de bandejas y cuchillos para trinchar pavo, unas cafeteras exprés, televisores y un montón de catálogos surtiditos de productos. Los bancarios no me hablaron de aburridos tipos de interés sino de la mejor forma de preparar chuletas en una de sus barbacoas, al mejor estilo de nuestros idolatrados tenderos de toda la vida. Cualquiera pensaría que no les va bien el negocio, pero nada más lejos de la verdad: quieren que nos sintamos cómodos desde la humildad más absoluta. Así se conquistan los corazones del planeta.

20 nov 2007

C.R.M.

CRM, para nuestros odiados sajones, significa administración de la relación con los clientes, pero es una abreviatura de Castro Resucita de entre los Muertos, pues no cabía en el título. Sí, amigos imperiales, ese bolchevique caribeño falleció hace un mes, lo que es una pena para muchos cubanos, pues es lo más cerca que van a estar de un emperador al viejo estilo. Como ven, nuestra discreta logia de Hijos del Imperio tiene acceso a información privilegiada, pero no es suficiente para alcanzar a comprender cómo Castro pudo hacer las declaraciones de la semana pasada, cuando todos sabemos que la muerte física provoca unos cambios metabólicos que dificultan no pocas acciones. Lo venimos a comentar porque, ya fallecido, las palabras del dictador suenan más cabales de lo que han sonado nunca. En sus críticas a nuestro monarca y en su defensa de Chávez mencionó hasta tres veces la divina palabra “imperial”. Si a estas declaraciones post-mortem le añadimos que Chávez ha declarado que duerme a diario con Bolívar podemos empezar a pensar que estos pueblos han conseguido algún artilugio para devolver a la vida a los cadáveres. ¡Invadamos esos países! ¡Robemos esa máquina! ¡Resucitemos al emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico! ¡Hagamos realidad de nuevo nuestro común sueño imperial! Por cierto… ¿Qué día es hoy?

19 nov 2007

50 años de fiel espejo

¡Feliz aniversario! Ya han pasado cincuenta años desde que Don Francisco Ibañez creara a aquellos españoles de bandera llamados Mortadelo y Filemón. Una imagen de un embutido clavado con una chincheta en la pared de las modernas instalaciones de los servicios de inteligencia español, es tan solo una muestra de esas hermosas metáforas que han elevado el tebeo español a la categoría de arte vivo. Ibañez ha entendido siempre que se pueden crear historias interesantes y modernas sin renunciar a nuestra tradición histórica, política y gastronómica. Aunque el formato sea el tebeo de toda la vida, por su contenido podemos decir bien alto que se trata de una novela gráfica que, por su rigor, seriedad y reflejo sociológico de nuestra amada nación, podría rivalizar con los mismísimos Episodios Nacionales de Don Benito Pérez Galdós. Debería ser lectura obligatoria para nuestros cadetes imperiales. Si no, no entenderán jamás el país por el merece la pena vivir... o morir.

17 nov 2007

Amantes de lo ajeno

Según las conclusiones del Barómetro mundial del hurto en la distribución, realizado por el Center for Retail Research (Nottinghan, Reino Unido), éste le cuesta a cada familia Española 205 €, frente a los 168 € que le cuesta a las familias europeas. Seamos honestos y no intentemos camuflar emociones que nacen en el mismo tuétano de nuestra hispanidad: estamos sonriendo mientras leemos esto. Porque, vale, es posible que el pequeño hurto genere unas pérdidas de 1.700 millones de euros sólo el pasado año y que la mayoría de las pérdidas derivan de hurtos de clientes (53% en España, 42% en el mundo), pero… ¿y el ingenio creativo que demostramos burlando a los comerciantes y sus modernos sistemas de seguridad? Recuerdo una reunión con una docena de personas, todas ellos con cierta posición social, en la que pregunté quién de los presentes había hurtado algo alguna vez. Todos levantaron la mano. Y no hay nada de lo que avergonzarse. Los españoles no nos sentimos cómodos con eso de la propiedad. De hecho, con cierta sabiduría, hemos permitido durante siglos que la Santa Madre Iglesia y la aristocracia gestionaran todo el patrimonio nacional. Estamos acostumbrados a que todo sea de todos, de alguna forma. Algunos vieron malicia cuando nuestros antepasados cogieron prestado algo de plata y oro a las Colonias, pero nada más lejos de la realidad. Prendemos aquello que necesitamos para administrarlo mejor que aquel que ostenta su posesión. Y no dejamos de sonreír cuando alguien nos hace lo propio.

Esta forma de ver el mundo esta en peligro con unos nuevos sistemas antihurtos que están reduciendo este sagrado ejercicio. ¿Qué decir? Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar media docena de yogures con la única ayuda de un palillo. Llevarse dos retrovisores cerca de la puerta de un concesionario. Y como no defendamos nuestras virtudes, todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia.



16 nov 2007

Obras son amores



Ayer recorrí el país de punta a punta. Diez horas de coche gozando de ese Jardín de las Delicias llamado España, en el que la fragancia de flores tan hermosas como Honrubia, Villalba o Valladolid, embriagaron mis sentidos imperiales. Lo mejor no fueron ni los pintorescos retretes de las estaciones de servicio ni los cívicos camioneros que por millares hormiguean por nuestras arterias nacionales. Lo mejor fue disfrutar con las obras que intermitentemente alegraron nuestra ruta con una frecuencia que -¡pardiez!- consiguió sorprender al patriota que suscribe. Unas señales doradas, un operario con chaleco de mirada astuta, una buena zanja o maquinaria que de sentido a la obra y un grupo de trabajadores echando la tarde, es decir, un verdadero regalo a ojos de los que saben apreciar nuestros símbolos. Si además uno cruza Madrid, el asunto mejora (por algo es la capital). A la estampa que hemos dibujado puede añadirle las vallas y un monumental atasco que le permitirá apreciar la evolución de la obra con todo lujo de detalles, sin necesidad de esperar a la jubilación. No es de extrañar que, como hablamos, nuestras primeras multinacionales fueran las constructoras. Nuestro amor por esta tierra hace que gocemos surcándola, horadándola, manipulándola a nuestro antojo, en un proceso interminable inédito en el mundo, pues no olvidemos que España es una obra eterna sin igual. Además, ayer tuve dos sorpresas más:

1- La mayor retención y obra la encontré en una autopista. Nuestros políticos han comprendido que no podemos privar a los conductores de pago (18 €, en este caso) del buen viajar imperial con endebles argumentos de modernidad y fondos europeos.


2- Debido a un corte en una autovía nos desviaron amablemente durante 50 kilómetros por carreteras comarcales –también en obras- para descubrir pueblos tan encantadores como desconocidos. Todo bajo el manto de una noche estrellada en la estepa castellana, providencialmente alumbrada por los poderosos faros de las decenas de camiones que nos acompañaban.

¿Quién puede pedir más? Un conocido actor extranjero de visita en Madrid se despidió de la ciudad diciendo: Espero que encuentren el tesoro.


Cada puñado de tierra es un tesoro, caballero. Seguiremos cavando.

13 nov 2007

Ni puta falta que hace

Hace meses el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicó un estudio según el cual dos tercios de los españoles no saben hablar ni escribir en inglés. Dejando aparte el hecho de que el estudio demuestra que un tercio de los españoles son un indeseable atajo de desleales y traidores que se han dejado embaucar por la propaganda extranjera, quiero exponer los motivos de por qué no necesitamos lenguas extranjeras:

1) Porque el español es una lengua imperial, y es obligación de todo hijo del Imperio defenderla, conservarla y propagarla con la práctica diaria, lo que incluye tanto la jerga callejera como la sagrada palabrota, viva esencia de nuestra idiosincrasia hispana,

2) porque nuestros políticos, monarcas, empresarios y periodistas, líderes y paladines de nuestro paraíso en la tierra, hablan fatal las lenguas extranjeras, marcándonos el camino a seguir a los españoles

3) y porque la pureza y perfección del español permite que, hablándose despacito y levantando mucho la voz -eso sí- seamos entendidos por todas las gentes con raciocinio que pueblan la tierra

Abajo tienen un espejo donde mirarse.


12 nov 2007

Gracias, Majestad

"¿Por qué no te callas?" Creo poder contestar a la pregunta que formuló su Majestad Don Juan Carlos a ese pésimo aprendiz de virrey llamado Chávez. No se calla porque intenta emular a aquellos dioses que vinieron del Atlántico hace más de 500 años, a traer el Evangelio, hermosos abalorios y la avanzada tecnología del acero, y a llevarse la asfixiante carga de plata y oro que tal mal gestionaban aquellas tribus atrasadas. Como vimos, el monólogo indiscutible es invento nuestro y los gobernantes con opiniones e ideas extravagantes también. Así que por favor, Majestad, ejerza el ascendiente histórico que todavía tiene sobre aquellas gentes, y que dejen de pretender ser como nosotros de una vez. Con genialidades como esa de adelantar el reloj media hora estan poniendo a nuestros gobernantes imperiales a la altura del betún.


11 nov 2007

El secreto gen español


Existe desde hace décadas una subterránea carrera científica por desentrañar las claves de nuestra indiscutible superioridad genética. Es un esfuerzo baldío, pues para activar estos genes es imprescindible el estímulo de un entorno Imperial inmaculado, algo que sólo se puede encontrar en esa gran reserva espiritual llamada España. De todas formas, las naciones tiñosas no cejan en su empeño, y recientemente un equipo de investigación e la Universidad de Tokio ha conseguido manipular los genes de unos ratones obteniendo principalmente dos resultados: 1) No sienten miedo ante la presencia de sus enemigos naturales y 2) No detectan los olores desagradables. ¡Un momento! Se están acercando peligrosamente a su objetivo de saquear nuestras virtudes. Valor e inmunidad al olor de la podredumbre. Esas son dos cualidades imperiales y podemos probarlo. En futuras entradas demostraremos el sin igual valor en combate que históricamente hemos demostrado los españoles, y en cualquier ascensor o transporte público nacional, en pleno verano, podemos ver la indiferencia de nuestros compatriotas ante olores que sobrecogerían a los mismísimos habitantes del Averno. ¿Otra prueba histórica? La encontré en la obra “Ladrones de Tinta” de ese escritor patriota llamado Don Alfonso Mateo-Sagasta. En ella relata una discusión entre un científico y dos tipos que intentaban cargar en un carro a un burro muerto, en Madrid, durante el glorioso Siglo de Oro:

-¡Pero qué hacéis insensatos! –decía el científico-. ¿Quiénes os habéis creído que sois para privar a Madrid del beneficio de esta podredumbre?

-Oiga, señor médico- respondió uno de los hombres-. Si tiene algo que decir dígaselo a su excelencia, el señor duque de Alba, que a él servimos. Su excelencia acaba de pasar por aquí y le ha molestado el olor de esta bestia muerta (…)

-Así van los pueblos. ¿Su excelencia ignora que el aire de Madrid es tan puro que si no fuera por esas inmundicias que lo neutralizan moriríamos todos con los pulmones abrasados. (…) Estudios científicos, ¡científicos!, demuestran que Madrid necesita de las inmundicias arrojadas a las calles para ser una ciudad habitable (…)


9 nov 2007

Bendito soliloquio

Contaba el Marqués de Vilallonga que su abuela opinaba que los españoles no hablan, sino que se limitan a esperar a que el otro calle para poder hablar, por lo que durante su infancia le impuso ejercicios en los que le obligaba a escuchar a su interlocutor sin posibilidad de interrumpirlo. Obviamente esta práctica forma parte de la tradición pedagógica de la aristocracia española que, equivocadamente, ha mirado más a Londres y a París que a Valladolid. Y es que el diálogo no es tan ajeno a los buenos españoles como el roast beef o la Vichyssoise. Según la Real Academia de la Lengua Española, el diálogo es una “Plática entre dos o más personas, que alternativamente manifiestan sus ideas o afectos.”. Lo que despoja al diálogo de toda posibilidad de formar parte de nuestra cultura es esa palabra profundamente anti-imperial: alternativamente. No hemos regado el mundo con nuestra sangre ni forjado un Imperio que llegó a rivalizar con el mismo sol para ahora tener que callarnos. Lo nuestro es el soliloquio, el dominio absoluto del monólogo, la subyugación total de las palabras hasta que éstas sean un fiel reflejo de la única verdad cierta: la nuestra. Y si quieren ejercer la palabra castellana con la mayor pureza posible, como una ofrenda viva a la hispanidad, hágalo muy alto. Que el sonido embote sus sentidos y los de los que le rodean. No le preocupe no escuchar a los demás ni interrumpirlos. Si son compatriotas, lo entenderán, y si no… ¿a quién le importa?
Ahí van dos ejemplos. José María Calleja e Isabel San Sebastián. Ambos son un referente del periodismo español y forman parte de la primera línea de los medios nacionales de mayor difusión, y como tal, no nos decepcionan. Aprendamos de los maestros.



8 nov 2007

Bárbaros nórdicos

Los norteños de europa son unos bárbaros –residuos vikingos- y sus tradiciones les delatan. Se divierten en grupo, beben, cantan y celebran festividades tan paganas que ofenden a nuestra Santa Madre Iglesia. Y las celebran de una forma que sólo un gélido corazón despojado de sentimientos civilizados podría: ¡sin animales!

¡Por todos los Santos! ¡Por la memoria de San Francisco de Asís y de San Antón! ¿Acaso no tienen corazón? Los animales son criaturas de Dios, compañeros de viaje que los españoles sabemos apreciar como nadie. Jamás se nos ocurriría excluir de nuestras fiestas y tradiciones a unos seres que nos lo dan todo sin pedir nada a cambio. Y como es de bien nacidos ser agradecidos, contamos con su participación en la mayoría de festejos nacionales. Podemos decir con la cabeza bien alta que en muchos de ellos incluso son protagonistas. Y para muestras un botón. En Manganeses de la Polvorosa (Zamora) tienen una hermosa tradición centenaria en la que se acompaña a una simpática cabra a probar sus cualidades en el dominio de la gravedad, a encontrarse con este talento natural que el Señor le ha provisto con la presencia y apoyo de cientos de vecinos del pueblo. Hombre y bestia de la mano, celebrando unidos el milagro de la existencia… ¿no es emocionante?



7 nov 2007

El Tocomocho, un orgullo nacional

Somos la envidia del mundo y pocas cosas pueden hacernos sentir más orgullosos. Acabamos de demostrar que no solo somos capaces de exportar constructoras y bancos, sino también ingeniosas creaciones deudoras del mayor mayor talento innato que pueda tener un hijo del pueblo español: la picaresca. En próximas entradas ya abordaremos este complejo fenómeno, pero por el momento nos centraremos en una de sus obras inmortales: el timo del tocomocho (aconsejo ir al enlace a las gentes extranjeras, pues los de aquí sabemos muy bien de qué se trata). En el siglo de internet, la biotecnología, los viajes espaciales, el flujo global de información y la supuesta defunción de los Estados-nación, nuestro nacional tocomocho ha sabido adaptarse, sobrevivir y conquistar otros pueblos. Este lunes se hacían eco los medios de comunicación de lo que denominan "El timo del Euromillón", una estafa a gran escala que ha alcanzado a naciones que tienen la fea costumbre de mirarnos por encima del hombro, como Alemania, Francia, Italia, Suecia, Austria, Reino Unido, Corea, Japón o los mismísimos Estados Unidos. Esta actualización y puesta en práctica del timo se ha gestado, coordinado y ejecutado en España, según distintas investigaciones. Aunque eso ya lo sabíamos porque tamaña destreza en el manejo del verbo y conocimiento de un timo que, aunque aparenta sencillo, exige un temple y formación que sólo se puede obtener a este lado de los Pirineos. Compatriotas, sin ánimo de desmerecer al tocomocho, podemos superarnos y seguir asombrando al mundo. Debemos globalizar otros timos muy nuestros de arquitectura intelectual más atractiva y compleja, como el de la estampita. Tiempo al tiempo.

6 nov 2007

El primo

A los españoles nos gusta la familia. No hay Imperio que perdure sin ella. Y por ende más vale tenerla cuanto más cerca mejor. Lo primero que detecta un lingüista extranjero en nuestro país es que no hay frase que no comience con "mi suegro", "mi cuñado", "mi yerno", etc., y siempre refiriéndose a alguna habilidad extraordinaria o capacidad fuera de lo común. Así que nadie debería de extrañarse cuando nos esforzamos en meter a la familia en la empresa -a pesar de lo que digan esos infiltrados anglosajones de recursos humanos- en la administración -a pesar de lo que digan esos entrometidos tribunales europeos que invalidan oposiciones- o simplemente a solucionar el problema del cambio climático -a pesar de lo que digan los medios de comunicación-. Acepto que el nepotismo en estado puro puede levantar ciertas suspicacias, pero sumado a la singular idiosincrasia del carácter español, se convierte en una fuerza imparable que rebasa las barreras de lo posible. ¿Son españoles y se enfrentan a un problema difícil solución? No lo duden. Llamen a su primo.


5 nov 2007

Orinar en la calle

Hace poco un amigo de Mexico -otrora Nueva España- me contaba indignado que había visto orinar a una persona en la escalera de una estación del metro de Madrid, a media mañana, un día laborable, y criticaba nuestra sana costumbre de expeler la orina por los rincones de las calles a diario. Parece ser que vive en un céntrico barrio de Madrid y que él y sus vecinos amanecen cada fin de semana con el resultado de cientos de micciones de nuestros nacionales.
Claro, es difícil transmitir a un extranjero hondas tradiciones patrias como la de mear en la calle. Lo que para otros pueda ser una sucia y bárbara costumbre propia de animales y no de personas civilizadas, es para nosotros un ritual masculino de celebración de la amistad, de la vida y de la fiesta. Tenemos perlas literarias del Siglo de Oro que ya hablan de este proceder. Se dice del mismo Quevedo -podría ser leyenda- que tenía la sana costumbre de orinar en una tapia de Madrid y que algún desalmado dibujó una cruz con la siguiente leyenda: "Donde se ponen cruces no se mea", a lo que el escritor añadió debajo "Donde se mea, no se ponen cruces". Qué tiempos... no había duelo de florete que se preciara sin antes tener la botas bien empapadas en orín. ¿Y en el Siglo XXI? Pues sí, nos gusta orinar en las calles, solos o en compañía, contra una tapia o un contenedor, de día o de noche, en Madrid o en un barrio refinado de Viena. Y entiendo que no lo entiendan, porque no se entiende... se siente.

3 nov 2007

Cachorros imperiales

Estan de enhorabuena en el Levante. Se celebra en la localidad de Cheste el Gran Premio de la Comunidad Valenciana, por lo que miles de jóvenes motorizados circulan por las calles de la capital valenciana llenando esos incómodos silencios que se producen de madrugada. ¡Pardiez que me siento en un maldito cementerio de Flandes cuando a partir de las doce de la noche no se escucha un alma! Y es culpa de esa legislación de corrupta influencia nórdica que nos obliga nada menos que a los hijos del Mediterráneo a vivir bajo la dictadura de la quietud y el silencio para que un puñado de traidores duerman. Pero gracias a este grupo de pequeños héroes disfrutamos del rugir de sus motores hasta el amanecer, recordándonos a cada vecino el sentir de la bien llamada furia española. ¿Qué hacen las autoridades? Nada, gracias al cielo. No hacen controles de medición del ruido, no requisan los ciclomotores que incumplan las normativas acústicas y de humos. Nada. Falta de interés político, de medios y de planificación. Dirán unos. Falta de efectivos de fin de semana-noche y exceso de prerrogativas en los convenios de la policía. Dirán otros. Pero no. Todo el mérito lo tiene nuestro tolerante y singular carácter, que no conseguirá jamás castrar ninguna ley injusta. Vecinos valencianos, llorad de emoción con el siguiente video y mostrad gratitud con los jóvenes patriotas que toman el testigo de nuestro legado imperial.


2 nov 2007

La Trinidad


Hoy me ha sucedido un hecho digno de constituir un misterio gozoso y de llenarnos de satisfacción a los que sentimos España. He tenido la oportunidad de presenciar en las oficinas del INSS la conjunción temporal de tres derechos que por sí mismos describen nuestra innata e irrenunciable personalidad imperial. No son tres derechos, son tres pilares, una trinidad sagrada difícil de encontrar allende los Pirineos. Su ejercicio glorioso impidió que fuera atendido durante más de noventa minutos. Pero no importa. Yo y mis hermanos españoles esperamos de buen grado a que nos correspondiera el turno, conscientes de lo afortunados que eramos por poder sacrificarnos por esta tierra. A pesar de la interminable cola y el hacinamiento en las instalaciones era imposible encontrar ni un mínimo gesto de desaprobación, ni siquiera involuntario. Así de mágica fue la coincidencia de los tres derechos. El derecho a huelga -nos atendían los servicios mínimos- el derecho a puente -no olvidemos el festivo de ayer y que hoy es viernes- y el derecho al almuerzo. ¡Qué hermosa comunión de valores hispanos! Fueron todo alegrías, la verdad, que culminaron, hora y media después, con ese amable trato que caracteriza a nuestros empleados públicos.

1 nov 2007

¡Qué vergüenza!

Este blog comienza en el DÍA DE TODOS LOS SANTOS por un motivo. Es un día de homenaje a nuestros antepasados. A todos aquellos que mantuvieron fragante la esencia de la nación española durante generaciones. ¿Y qué me encuentro...? ¡Que sólo es festivo en otros tres países europeos! En estas situaciones me pregunto qué se nos ha perdido en Europa. Quieren quitarnos los toros y cerrarnos los bares sin dar nada a cambio. Vía dias-festivos.com compruebo que mantienen el pulso firme Italia, Alemania y Suiza (estos últimos comparten nuestro imperecedero afán de vivir sin trabajar). Qué extraño que estas naciones mantengan indelebles lazos históricos con la nuestra. Lo que demuestra que a Europa se la vence, no se la convence.

El frío acero español



El acero. Ese excelso hallazgo tecnológico que durante tantos siglos nos permitió comunicarnos con tantos pueblos y naciones va a ser el símbolo inspirador de este cuaderno de bitácora. Acero en mano podremos defender nuestro legado de siglos de tradición imperial que tan bien se ven reflejados en nuestras instituciones, costumbres y carácter como pueblo. El acero también nos permite atacar, a todos aquellos que, ignorantes de su propia historia y del rojo pasión de la sangre que corre por sus venas -o pertenecientes a otros pueblos que intenten mancillar nuestra cultura con la suya- pretendan privarnos de nuestra modélica administración pública, nuestra ejemplar clase política, nuestra competitiva economía, nuestro envidiado sistema sanitario y educativo, nuestro don de lenguas y gentes, nuestros eficientes comercios, nuestros oportunos almuerzos o nuestro amor por el alboroto, el deporte y las letras.