21 nov 2007

La gran banca española

Las cosas no son porque sí. Si nuestros bancos, constructoras y clubes de fútbol son famosos en todo el mundo será por algo. ¿La clave del éxito? No me importa compartirla con el mundo. La clave es nuestra forma de ser. La médula que impulsa a esas empresas a triunfar por todo el orbe no es otra que el singular carácter imperial español: la capacidad de ser grandes y humildes al mismo tiempo. Un ejemplo lo tenemos en las sucursales de los bancos nacionales. Mientras en otras latitudes son espacios impersonales, fríos y minimalistas, en España son cálidos lugares de encuentro entre paisanos. En su afán para que nos sintamos cómodos, la banca española ha conseguido darle a las sucursales ese ambiente de tienda de barrio, de viejo economato que tanto echamos de menos por culpa del engendro foráneo de las grandes superficies. Ayer fui a mi banco y me recibió una muralla de bandejas y cuchillos para trinchar pavo, unas cafeteras exprés, televisores y un montón de catálogos surtiditos de productos. Los bancarios no me hablaron de aburridos tipos de interés sino de la mejor forma de preparar chuletas en una de sus barbacoas, al mejor estilo de nuestros idolatrados tenderos de toda la vida. Cualquiera pensaría que no les va bien el negocio, pero nada más lejos de la verdad: quieren que nos sintamos cómodos desde la humildad más absoluta. Así se conquistan los corazones del planeta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

!hay la banca!, querido Jeromín, que equivocado estás , que gran institución digna sucesora de nuestros grandes pícaros y alcahuetas, no se que sería de tradiciones tan ilustres como estas si no estuvieramos sometidos a estos prohombres de la decencia y de la gallardia de los bancarios, sobre ellos queda depositado nuestro acervo depredador inquisidor de aquellos que menos tienen pero que más necesitan, a por ellos, " a mi la banca....."

Jeromín dijo...

Dios amanezca a usted con bien, hermano imperial. Esa destreza con la palabra castellana y profundo conocimiento de nuestro común acervo, muestran persona sabia en hispanidad. Cierto. Si amamos a los bancos es porque no sólo depositan nuestros cuartos, sino tmabién nuestras virtudes.