6 nov 2007

El primo

A los españoles nos gusta la familia. No hay Imperio que perdure sin ella. Y por ende más vale tenerla cuanto más cerca mejor. Lo primero que detecta un lingüista extranjero en nuestro país es que no hay frase que no comience con "mi suegro", "mi cuñado", "mi yerno", etc., y siempre refiriéndose a alguna habilidad extraordinaria o capacidad fuera de lo común. Así que nadie debería de extrañarse cuando nos esforzamos en meter a la familia en la empresa -a pesar de lo que digan esos infiltrados anglosajones de recursos humanos- en la administración -a pesar de lo que digan esos entrometidos tribunales europeos que invalidan oposiciones- o simplemente a solucionar el problema del cambio climático -a pesar de lo que digan los medios de comunicación-. Acepto que el nepotismo en estado puro puede levantar ciertas suspicacias, pero sumado a la singular idiosincrasia del carácter español, se convierte en una fuerza imparable que rebasa las barreras de lo posible. ¿Son españoles y se enfrentan a un problema difícil solución? No lo duden. Llamen a su primo.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Y la Santa Madre Iglesia...

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/cardenal/Rouco/promueve/sobrino/obispado/Lugo/elpepusoc/20071201elpepisoc_7/Tes