2008 puede ser el 1492 de nuestro tiempo. Ha llovido mucho este año –nuestro monarca le ha callado la boca al Moctezuma de turno, ayer Madrid se vestía de sotana, la feria de San Fermín tuvo asistencia récord, etc.- y al igual que tras la lluvia huele a ozono, en España ya huele a Imperio. Pero no nos precipitemos. Antes se tienen que dar una serie de condiciones que asumimos como nuestros propósitos para el próximo año, de los editores y de los lectores de Hijos del Imperio.1-Que Julio Iglesias vuelva a España. Cada gesta precisa de su cantar, y cada cantar de su juglar, y quien mejor que aquel que además ha sido portero del Real Madrid. Ahora la mafia lo tiene secuestrado en Miami. Tres oficiales que participaron en el asalto a Perejil se han ofrecido voluntarios para el rescate (uno de ellos fue el que encañonó a aquel peligroso cabrero)
2-Que a Jesulín de Ubrique lo nombren miembro de la Academia de la Lengua, ocupando el sillón Ñ. Necesitamos una purga de nuestra amada lengua y el lenguaje taurino pueden darnos el ritmo y salero que necesitamos con tanta invasión de términos bárbaros. Mejor que unas castañuelas a un enfermo de Parkinson.
3-Que repongan en Televisión Española Curro Jiménez. Con esta iniciativa, miles de nuestros compatriotas se echarán a los caminos para asaltar a esa caterva de inspectores de la Unión Europea que intentan arrebatarnos lo que por derecho nos corresponde (nosotros inventamos la subvención y la manera de subvertirla)
4-Que por Decreto-Ley (asombroso mecanismo jurídico de nuestro ordenamiento) sean abolidas todas las lenguas oficiales para ser sustituidas por el castellano viejo. A esta medida habrá que añadir la obligatoriedad del uso de la capa larga y el chambergo (sombrero de ala ancha) y la clausura de los urinarios públicos, un Esquilache a la inversa ahora que tenemos la panza llena.
Más propósitos queridos lectores. Anímense y escriban. Sin su ayuda no cruzamos ni los Pirineos.
Y Feliz año.

















