13 dic 2007

Chiringuitos financieros I

Los españoles somos ahorradores, o al menos lo éramos antes de alienantes influencias extranjeras. Si hemos atesorado pequeñas fortunas ha sido siempre con la esperanza de invertir en nuestra esencia patria. Y existe una forma sutil de financiar la perdurabilidad del valor nacional por excelencia, la picaresca. Se trata de un medio drástico pero eficaz de que sobreviva una forma de vida propia en peligro, acechada por normas legales y morales que nada tienen que ver con nosotros: todo español pata negra alberga el secreto sueño de ser estafado por un chiringuito financiero. Con esta reflexión inauguramos nueva sección motivada por la noticia de la captura del virtuoso 'Jamonero de Trevélez'.
Hace falta mucha sensibilidad artística para fusionar dos elementos a primera vista tan dispares como el jamón y el chiringuito financiero, lo que demuestra que la picaresca es como el lince ibérico: cuando todos creen en su extinción reaparece más fuerte que nunca para despertar de un zarpazo nuestras conciencias. El 'Jamonero de Trevélez' estafó a más de 300 vecinos la friolera de 4.000 millones de las antiguas pesetas. Un golpe limpio que demuestra que para hacerse con lo ajeno por la palabra no hay que usar argumentos sobre la bolsa, internet o el banco. Basta con hablar de un negocio basado en la sencilla extremidad de un verraco bien curado. Por hacer un cálculo, salieron a 15 millones por vecino aparentemente engatusado… o quizás deberíamos decir por patriota, pues voluntariamente se prestaron a financiar una acción conservacionista que claramente debería ser sufragada por el Estado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pequeño error de enlace de
noticia de la captura del virtuoso 'Jamonero de Trevélez'.

http://www.elpais.com/articulo/espana/Detenido/jamonero/Trevelez/Interpol/elpepuesp/20071213elpepunac_14/Tes

Anónimo dijo...

Corregido. Gracias. Algún ataque extranjero, ya sabe

Anónimo dijo...

mala pata ... negra la del patriota con sensibilidad, mira que pillarlo. Que recuerdos: "el dioni", rumasa, los sellos..., trabajos limpios, elegantes y sumamente rentables, pero eso si, cada vez más creativos