21 abr 2008

Una de agua... angélica

Carta a la prima abuela de un Hijo del Imperio.
Querida mía: me alegraré que al recibo de ésta estéis bien, nosotros bien, a Dios gracias.

No sabes lo bella que es la Corte, aunque la Villa, que es el centro del Imperio, deja mucho que desear. Los aires de la Sierra ya no son tan puros.; los carruajes de muchos caballos llenan las calles; los doblones se van raudos de las manos, que abundan los limpios de sangre pero no de manos, y ocurre porque de todos los Reynos del Imperio vienen a medrar a esta Villa.

Me cuentan las malas lenguas que los naturales de la Villa de Madrid de más de tres generaciones, no existen, desaparecidos, como cualquier tribu india atacada por los colones americanos del Norte. Son emigrantes, muchos emigrantes, y no por los últimos que han llegado de la Américas, (es curioso, antes los traíamos en los galeones como esclavos y ahora se esclavizan ellos mismos), sino todos esos medradores de los Reynos que vienen a hacer su América. Alguno prospera pero los más terminan raídos de capa y de vergüenza. No sé porqué , pero rápidamente pienso en ellos, los politicastros que solo hacen que hablar por boca de ganso y no dejan gobernar con paz y sosiego este Imperio; porque hay hombres de buena masa que no escurren la bola y que están al quite de todas las desgracias que nos acometen en este gran Imperio.

Dicen que ahora hay un problema de agua de boca en Barcelona por la pertinaz sequía y porque los Virreyes que han pasado por el Condado de Barcelona no pusieron los medios (ya sabemos que son tan agarrados que para no tener que pagar más gastos no pasaron de Condado a Reyno). Pues bien, el Valido del Rey ha decretado que aunque sea con cantaros se lleven desde Tarragona el agua de boca necesaria. A mala hora, el Virrey del Reyno de Valencia, (sí el desaparecido), y el del Reyno de Murcia, también quieren el agua de boca desde Tarragona a Murcia (y dos huevos duros), cuando el agua de boca ya se la da Castilla. Te imaginas llevar el agua en cántaros desde Tarragona a Murcia sólo por epatar? , Estos Virreyes están en horas menguas. Acabarán en el Consejo del Reyno y no sacarán ni una gota si no es para boca, porque para otras cosas esta España seca no da, y menos para intereses espúreos.

Y me despido con un hasta pronto porque esta historia continúa. Te aviso de que si en el Reyno hay derechona, en la Villa hay más, lo que ocurre es que aquí están enfrentados.

PD: Querido Muño; me has recordado al sin par Maese Trillo, señor que entre peña y peña, sus albaricoques suenan, poeta público y cantonero. En una de mis cartas, ya te contaré parte de sus andanzas y vigilias. No bajéis la guardia, amigos míos, y dar mandobles a diestro y siniestro. Lina, corazón, lo sé, pero que les pongan un cohete en el culo. Cortés, me olvidaba, yo sólo orino a hoyuelo (son costumbres) y se bien hallado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Epatar ... el verbo favorito de las gentes del Reyno de Valencia. Que aunque perdimos nuestros fueros, no así nuestras hagallas. Y es que a epatar, no nos gana nadie. Ahí quedan las pruebas: la visita del Santísimo Padre a la Villa de Valencia; esos barcos que, aunque diminutos, surcaron nuestras aguas en unas fieras competiciones - y hay quién dice que han de volver a por más guerra -; esos carruajes que mas que caballos, parece que los tiren unicornios (carruajes que, curiosamente) se limitan a recorrer un sendero sin principio ni fín). Enfin, que si hay que epatar, en vasos de chupito traeremos el agua; aunque tengamos que ir a por ella amparados por la oscuridad de la noche, arropados por el anonimato que nos ofrecen nuestras capas y con nuestras espadas prestas. ¡Vive Dios!