16 abr 2008

En la Villa y Corte


Carta a la prima abuela de un HIJO DEL IMPERIO
Querida mía: Me alegraré que al recibo de ésta estéis bien, nosotros bien, a Dios gracias.

Llegar sano y salvo a la Villa y Corte es difícil; los carruajes vuelcan, en las postas hay que darle el forraje a los caballos porque no hay peones, los sitios para evacuar son sucios y la comida mala y a precio de doblón de oro.

Nada más llegar, ya me dicen las malas lenguas algo que tú me decías hace años, las mujeres son mejores gobernantas. La Lideresa, Comunera mayor de Madrid, tiene atemorizado al Alcayde y ataca casi con florete a Maese Rajoy, prócer de su propio partido. Por eso éste le ha puesto una vocera llamada la “pequeña Soraya” que, por lo visto, es muy bragada y valiente, para pararla, aunque creo que la Lideresa esta mucho mas avezada y más ladina.

Para nivelar la balanza, el valido del rey, Maese Zapatero acaba de nombrar a nueve ministras, una de ellas, de los Ejércitos y, además, preñada. ¡!Qué diría el Capitán Contreras!!
Los que dicen mucho y malo son los plumillas de panza al trote, voceras de algunos que han hurtado la cebada y que se escudan en las vicarias de calcetines de seda. De todos estos, estoy hasta el gallote, sí, prima-abuela, son gente de bajura.

Recordemos un poco a la catalana Agustina de Aragón o a las mujeres que con cuchillos de pelar las patatas sajaron los cuellos el 2 de mayo a los coraceros franceses.

Dejemos que nos gobiernen ellas, porque siempre nos han gobernado.

Ve con Dios y no mires a la derecha porque ya tienes bastante con mirar a la izquierda

Tu sobrino nieto,
Bermudo el Lugarteniente.

PD: Nuño de Guzmán, tú sabes mucho de la Corte, relátalo y gracias miles.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Don Bermudo, no olvide vuesa merced orinar en las esquinas y fuentes, más es costumbre local y los de la Villa así proceden. De lo contrario podrían ofenderse

Anónimo dijo...

Señor Bermudo:
No he de relatar yo, un sencillo escribiente, si son o no las mujeres mejores gobernantes, pues haylas buenas y mucho, pero también malas haylas.
Pero entiendo la prevención de muchos en algún caso. El listón está muy alto. Arduo trabajo será equipararse con un prestigioso predecesor, y me refiero como no, al comandante Trillo- Figueroa, militar de profesión, militante de la obra, y hermano del popular leguleyo. ¿Quién podría igualar la hazaña del julio de 2002, ordenando -“Al alba y con tiempo duro de levante...”- el asalto a la isla Perejil, sino él mismo? ¿Quién podría emular su firmeza al negarse aceptar responsabilidad política o penal alguna tras el accidente del Yakovlev 42 en 2003, en el que murieron 62 miembros del Ejército, con la vejación de identidades posterior? ¿Quién siquiera podría confundir con tal donaire Honduras con El Salvador?
Difícil lo tiene.

Anónimo dijo...

Olvida Muño dos virtudes a sumar al aguerrido comandante, y es que viene del Reyno de Valencia y disfruta durante el estío de velero y cazalla con el buenhidalgo Zaplana y con el Presidente de las Cortes del Rey, el excomandante Bono, excombatiente de los Tercios Afganos