4 ene 2008

Economía imperial

El poder imperial precisa de una sólida base económica. Y no debemos eludir la realidad si aspiramos a domeñar un mundo que por justicia histórica nos pertenece. Todo Hijo del Imperio tiene la obligación moral de contribuir a reforzar la industria nacional para que nuestra economía florezca más allá del sagrado tiesto peninsular.
¿Un ejemplo de industria a la que apoyar? La papelera. Según ASPAPEL (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón), el sector papelero tiene una plantilla en España de 17.750 trabajadores, generando un empleo indirecto que puede cifrarse en más de 90.000 puestos de trabajo, con cerca de 150 plantas de producción. Y va a más, creciendo más de un 11% al año.
¿Un ejemplo a seguir de apoyo a la industria nacional? La administración pública. Conscientes de que gracias a cada folio que circula hay una familia española que puede poner potaje encima de la mesa, ha creado un revolucionario método administrativo que es la envidia de Europa: el procedimiento circular.
Nos pone un ejemplo El Defensor del Paciente presentando una Reclamación en la vía administrativa al Ministerio de Sanidad:
Del Director General de Cohesión del SNS y Alta Inspección (el 1º) se manda un escrito diciendo que la unidad competente es la Dirección General de la Agencia de Calidad del SNS (el 2º). De la Dirección General de la Agencia de Calidad del SNS se remite el expediente a la Subdirección General de Atención al Ciudadano (el 3º). De la Subdirección General de Atención al Ciudadano salen dos copias: una al Jefe de Gabinete del Secretario General de Sanidad (el 5º) y otra a la Subdirección General de Recursos y Publicaciones (el 6º). Del Jefe de Gabinete del Secretario General de Sanidad se dirige nota interior a la Subdirectora General de Atención al Ciudadano (ésta repetida). De la Subdirección General de Recursos y Publicaciones se devuelve la documentación a la Subdirectora General de Atención al Ciudadano (otra vez). De la Subdirectora General de Atención al Ciudadano se remite nuevamente el expediente al Subdirector General de Recursos y Publicaciones. Pero, el Subdirector General de Recursos y Publicaciones “erre que erre” entiende que la competente tiene que ser la Subdirectora General de Atención al Ciudadano, con lo que le devuelve el expediente. La Subdirectora General de Atención al Ciudadano remite el expediente nuevamente a la Dirección General de la Agencia de Calidad del SNS (el 2º, por si alguien se pierde).
Tomen nota. Piensen en lo que acaban de leer, piensen en cómo tributan religiosamente y recuerden que pueden contribuir, pues el papel higiénico, también es papel.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y no ha contado vuestra merced las pajaritas de papel, pues es la papiroflexia una de las grandes aficiones de los empleados públicos. Así, a ratos, y según tengo entendido, todo funcionario que se precie, entre que viene y va un expediente, se dedica al sublime derroche de papel en la creación de figurillas de todo tipo, en lo que ya Unamuno consideró como una mezcla de ciencia exacta y experimental.
Pero no alabe V. M. tanto a la Administración: fuentes fidedignas me informan, que este innovador y bello procedimiento cuasi epistolar, con esas espléndidas disputas competenciales por medio y que tantos beneficios produce, ya está en desuso en los antiguos reinos, con los consiguientes perjuicios económicos y sociales. Porque aunque por un lado es honroso el esmero que ponen para conseguir que los funcionarios sean ágrafos, y que no vayan dejando huellas de su labor, únicamente con la papiroflexia no levantamos el país.