3 ene 2008

Bucaneros imperiales











Los Hijos del Imperio no bajamos la guardia. Somos conscientes de que existe una guerra no declarada entre aquellos que luchamos por la hermosa idea de la supremacía íbera y los que pretenden intoxicarla con dosis mortales de cultura anglosajona. Este conflicto exige lo mejor de nosotros, y por eso hemos cogido el toro por los cuernos, como nuestros enemigos hicieron hace más de cuatro siglos, cuando utilizaron todos los medios a su alcance para hundir los navíos de Flota Española que portaban nuestros sueños imperiales.

A la reina Isabel I de Inglaterra no le tembló el pulso para patrocinar, auspiciar y elevar a la categoría de vicealmirante de la Royal Navy a un pirata criminal llamado Francis Drake. Todo valía entonces para impedir que en Londres se hablara castellano.

Pues ahora ha llegado nuestro turno. Un estudio de la Asociación Europea de Publicidad Interactiva (EIAA) sobre los hábitos de ocio digital de los europeos afirma que España es el país europeo que más descargas realiza de películas y música en la red. El 52% de los internautas españoles se baja películas mientras que la media en Europa es del 20% (¡Casi les triplicamos!).

Todos sabemos que el audiovisual es una poderosa industria sin la cual el imperio cultural anglosajón se desmoronaría como un castillo de naipes. Ahora esa industria está en peligro gracias a nuestros ciberbucaneros. Que nadie crea que se pasan las noches en vela por ahorrarse unos euros o por el mero placer de sustraer lo ajeno, o que llegan a ver o a escuchar lo que se descargan. ¡Eso jamás! Si se privan del sol y de las relaciones sexuales es sólo porque están reconstruyendo un Imperio. Por todos los medios necesarios.

Si los ingleses le dedicaron un monumento a Francis Drake en Plymouth, debemos hacer lo mismo con Enjuto Mojamuto en la Puerta del Sol. Todo un símbolo de nuestra lucha.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y qué hacer frente a quien se proclama español, pero de sospechoso y anglosajón nombre “Teddy”, que pretende bautizar a nuestros arriesgados héroes anónimos, solicitando euros por ello y acusándolos de "pendejos electrónicos"? ¿No será, acaso, un esbirro al servicio de pérfida Albión?