8 abr 2008

Las cuentas del Reino

Carta a la prima abuela de un hijo del Imperio

Querida mía: Me alegraría que al recibo de ésta estéis bien, nosotros bien, a Dios gracias.

De viaje por el Reino de Valencia me han contado las malas lenguas, el Virrey de Valencia, maese Camps, ayudado por su Comendador de Castellón, maese Fabra, se están gastando los doblones que manda el Reino de España para los héroes de todas las guerras de la vida de nuestro Imperio, en carreras, boatos, barcos, fiestas y juegos florales.

Han creado una financiación creativa, por la cual, doblón que manda el Reino de España, se convierte en maravedí para el pueblo; el resto desaparece y vuelve a florecer transformándose en cañas y toros.

Los Justicias nombrados para atajar los “casos” que rodean al comendador de Castellón maese Fabra, inmediatamente son trasladados a la Corte o a las Américas y dicen las malas lenguas que van mas de siete.

Para que te pongas al día, te recordaré que maese Fabra fue el valido del nuevo Virrey Camps y que ambos destronaron al anterior Virrey, maese Zaplana. Con argucias, lo mandaron a la Corte y ya sabes lo que pasa en la Corte con los que van de otros Reinos: se queman.

La Corte es mucha Corte y los naturales de este Reino tienen poca presencia, allí son mas fuertes los del Condado de Barcelona o los Marqueses andaluces.

Y aquí tienes a los valencianos, sin médicos, sin carreteras, sin medicamentos, sin trasporte, sin jubilaciones. Pero con FIESTAS Y OROPELES, que han llevado al Reino de Valencia a la bancarrota.

Ve con Dios y no mires a la derecha.
Tu sobrino- nieto,
Bernardo, el Lugarteniente.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Bernardo, es mi obligación corregirte, siempre hay que mirar también a la derecha,mira lo que le ha pasado (y lo que está por venir)a maese Mariano por descuidar ese flanco.

Anónimo dijo...

Mi apreciado Bermudo:
El azar ha llevado a mis manos esta misiva, y aunque no es mi constumbre leer cartas ajenas, llámome la atención la letra, que te identificaba sin ninguna duda. Y temeroso que cualquier mal hubiese acaecido, leíla. Espero que los años de amistad que nos unen perdonen mi licencia.

Las noticias que relatas son tristes, pero amigo, previsibles. Pueblo mediterráneo por excelencia, acostumbrado al “panem et circenses” remoto, es la fiesta la razón de ser de este territorio, pues donde fuere y encontreme con cualquier nacido de esa tierra, sólo hablome de sus fiestas, de sus fallas -que un principio mi ignorancia confundió con la modestia- y de su paella. Sabiéndolo sus gobernantes, lo utilizan y fomentan, y ante las carencias de otros temas, la culpa de todos los males la tiene el de fuera, por envidia o malas entrañas, argumentan.
Cuidate de entablar relación con esos bellacos malandrines nombrados Virreyes.

Esperando saber de ti, Dios te guarde muchos años.

Tu amigo,

Muño

P/D: Veo que en tus viajes a lo largo y ancho de este mundo, has modificado tu nombre; espero que sea a causa de un buen propósito, pues no es de bien nacido renunciar a lo que sus padres depositaron en él. Aún así, yo no te llamaré Bernardo, nombre ajeno a tu familia y por demás, extranjero.

Anónimo dijo...

Mucha razón tenía D. Gil de las Calzas Verdes, pero es que a Maese Mariano es poco lo que le pasa en la Villa y Corte. Está rodeado de unos que se creen hijosdalgos, pero no señores, y de otros que ¡VIVE DIOS! se dan a dos manos a bien mariscar. ¡JODER QUE TROPA!

Quien maneja,, como sabes, es la lideresa Aguirre de SARA- MAGO, Inquisidora de médicos, amiga de personas con hábito que tienen calcetines de seda y con grandes extensiones de terreno en la posta del AVE en Guadalajara. Le falta el parche para ser la de EBOLI.

La temen los virreyes de los otros Reinos pero creo que la tropa del resto de los Reinos no es tan devota.

Amigo mío, lo de no mirar a la derecha se lo comunicaba a mi prima- abuela que es tuerta del derecho y todo lo que le cuento es lo que dicen las malas lenguas.

Bermudo, finalmente, el Lugarteniente.

Anónimo dijo...

Bueno amigo mio, si vos me permitís trataros de Bermudo, a mi me podéis tratar de Calzas Verdes, y a vuestra prima pariente que se ponga un retrovisor (invento donde los hay) que ese flanco no hay que perderlo de vista.

Anónimo dijo...

Mucha razón tenía D. Gil de las Calzas Verdes, pero es que a Maese Mariano es poco lo que le pasa en la Villa y Corte. Está rodeado de unos que se creen hijosdalgos, pero no señores, y de otros que ¡VIVE DIOS! se dan a dos manos a bien mariscar. ¡JODER QUE TROPA!

Quien maneja,, como sabes, es la lideresa Aguirre de SARA- MAGO, Inquisidora de médicos, amiga de personas con hábito que tienen calcetines de seda y con grandes extensiones de terreno en la posta del AVE en Guadalajara. Le falta el parche para ser la de EBOLI.

La temen los virreyes de los otros Reinos pero creo que la tropa del resto de los Reinos no son tan devotos.

Amigo mío, lo de no mirar a la derecha se lo comunicaba a mi prima- abuela que es tuerta del derecho y todo lo que le cuento es lo que dicen las malas lenguas.

Bernardo el Lugarteniente.

Anónimo dijo...

Amigo Nuño:

¿ Eres poeta? Escribes como los de la Corte y por tus precauciones, diría que estás sentado en una silla pública de las que calientan las almorranas y no te apetece soltarla; no te preocupes, que en esa Villa hay muchos que no son de allí y tampoco la sueltan aunque se las revienten.

En todos los Reinos de España hay pan y toros, parte de la culpa la tienen los de la Corte que, cuando llegan los calores o fiestas santificadas, agarran los cachivaches y las acémilas y en grandes caravanas dejan la Corte vacía. Pocos con doblones y muchos con pocos maravedíes. Hay otros que son embestidores que piden prestado.

Todo esto es lo que cae por los Reynos de este Imperio y les importa un maravedí lo que diga Maese Zapatero, la Lideresa y el nunca bien ponderado Maese Rajoy.

Quiero aclarar lo de Bernardo y Bermuda. La verdad es que me llamo Bernardo Bermuda, pero como ahora la moda es simplificar, no quiero acabar con B.B. En mis cartas abiertas soy Bermudo y en los comentarios soy Bernardo.

Bernardo el Lugarteniente

Anónimo dijo...

Señor Bernardo Bermudo:

Temo haberos confundido con otro Bermudo originario de León. Lamento el desatino.
Soy Muño de Guzmán, leonés de nacimiento, y resido, como habéis adivinado, en la Villa y Corte, no de poeta sino de escribano al servicio de Su Majestad.
No conozco la tierra en la acontecen tan tristes episodios relatados – yo soy más de la sierra-, pero razón debéis tener, pues observo que conocéis de lo que habláis.
Impasible me mantengo ante el baile de máscaras que se celebra cada poco, pues uno ya ha visto mucho, y lo que le queda por ver.

Aquí tenéis un amigo. A vuestro servicio quedo.
Dios guarde a vuestra merced muchos años.

Muño de Guzmán.
Hijo del Imperio

P/D: Las almorranas bien, gracias.