5 dic 2007

Benditos lectores

Eso. Benditos sean. Dos de nuestros lectores nos acaban de regalar, en estas fechas próximas a la entrañable y cristiana Navidad, todo lo que un español en activo pueda desear: información de alto contenido patriótico que nos auxilie en la ambiciosa empresa de elevar esta nación a imperio.
El primero (pinche vuesa merced aquí) nos informa que nuestro guía espiritual, que comparte graciosamente su nombre con un afamado actor de uno de nuestros antiguos Tercios, el cardenal Antonio María Rouco Varela ha tomado la sabia decisión de nombrar obispo a su sobrino. De las bondades del nepotismo ya hablamos en otra entrada (pinche de nuevo vuesa ya paciente merced aquí). Sólo queda agradecer a nuestra Santa Madre Iglesia el que continúe con su labor de conservar a través de los tiempos aquello que nos hace especiales, como tan bien hicieron con el brazo incorrupto de San Vicente Mártir o la infalible COPE.

El segundo (pinche, pinche, pardiéz) nos hace una interesante reflexión sobre el sospechoso origen extranjero del funcionario y la burocracia, a la par que disecciona la extraordinaria psicología del español de a pie.

Con esta nueva pólvora, qué bien sonará nuestro arcabuz.

1 comentario:

El sueño de la razón dijo...

Noto por la dejación de vuestros escritos que sois de noble linaje, y que no existe relajación en las costumbres que vuecencia sin duda heredó, ya que en lugar de ocuparse en labores propias de artesanos y campesinos, es decir, de trabajar, sois buen caballero y cristiano, descansando un mayor número de días que laborando.
Y tras este descanso, proseguid. Y aunque nobleza demuestra no atribuirse los méritos como propios, seguid utilizando la labor de otros: eso os honra como español.